sábado, 29 de marzo de 2008

A prensa de hoxe: "La Voz de Galicia"

La Xunta obliga a todas las viviendas nuevas a reutilizar el agua de lluvia

Las futuras construcciones contarán con depósitos de reciclado que también recogerán la de lavabos y duchas

Desde el próximo 17 de abril, todas las viviendas nuevas que se construyan en Galicia deberán instalar un sistema de recogida, almacenaje y depuración del agua de lluvia para su reutilización doméstica. Los depósitos recogerán también el agua procedente de los lavabos y las duchas para su posterior reciclaje. El agua de estos macrorrecipientes, una vez decantada y filtrada, se usará tanto para las cisternas como para las lavadoras y el riego. El coste del equipamiento supondrá un desembolso medio próximo a los 2.000 euros por vivienda. Solo el primer año de aplicación, la medida le costará al sector constructor algo más de cien millones de euros, si la media de viviendas nuevas en la comunidad autónoma se mantiene en el entorno de las 50.000 visadas en el 2007 (6.000 de ellas, casas unifamiliares).

Esta apuesta por el ahorro energético de un bien básico como el agua aparece recogida en el Decreto 262/2007 de la Consellería de Vivenda que regula las nuevas normas del hábitat gallego, donde también figura la obligatoriedad de instalar paneles solares capaces de generar la electricidad suficiente para calentar entre el 50 y el 70% del agua de las viviendas.

El sistema de reciclado y reutilización de aguas pluviales y aguas grises (duchas y lavabos) permitirá ahorrar un 50% en el consumo familiar de agua. Los depósitos ya están siendo utilizados en países como Alemania o Suiza, en zonas del Levante español y en las islas Baleares. En todos los casos, se han medido ahorros del agua de la traída próximos al 50%.

El conjunto de nuevas medidas del hábitat gallego modifica una normativa que tenía 16 años de vida y no había incorporado todavía las nuevas tecnologías. El decreto que entrará en vigor en apenas dos semanas afecta a los espacios interiores de las viviendas, al tratamiento de las zonas exteriores e incluso a los materiales y estado de las cimentaciones. Los promotores inmobiliarios sostienen que el coste de las construcciones se encarecerá un 30%.

Por ahora, Vivenda ya ha puesto en marcha un comité asesor que trabaja codo con codo con los arquitectos y promotores que redactan nuevos proyectos de obra. Los concellos serán los encargados de velar por el cumplimiento de la normativa. Los nuevos planes generales de ordenación municipal deberán contar con un informe de la Xunta favorable al cumplimiento de todos estos requisitos.

A los ayuntamientos les queda prohibida la aprobación de licencias para viviendas que no incluyan este paquete de cambios, y deberán velar por el cumplimiento de estos requisitos de habitabilidad a lo largo de la vida útil de los inmuebles.

Entre las novedades que recoge la normativa, en el exterior de los inmuebles las escaleras no tendrán que estar necesariamente ocupando zona noble de la fachada; todas las viviendas serán accesibles para personas con movilidad reducida; y en el tratamiento de la parcela deberá preverse un espacio para reciclar los productos orgánicos de la vivienda, con una superficie útil mínima de 4 metros cuadrados.

En cuanto al interior, destaca la mayor amplitud de los pasillos, que ahora serán más anchos, o la necesidad de diseñar habitaciones más grandes y exteriores. Solo se permitirán dos habitaciones interiores, con vista a patios. Los tendederos deberán estar ubicados en patios de 2 por 1 metros, específicos para esta finalidad y que no obstruyan las ventanas de las cocinas. Se mejoran los aislamientos acústicos y térmicos y, además, las cimentaciones deberán ser más seguras y garantizar su total impermeabilización.

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