viernes, 4 de abril de 2008

Salud y cambio climático

El cambio climático: un problema para el sector de la salud

Los peligros que el cambio climático supone para la salud son de naturaleza diversa y mundial, y van desde el aumento del riesgo de fenómenos meteorológicos extremos hasta modificaciones de la dinámica de las enfermedades infecciosas. Muchas de las enfermedades más mortíferas son sensibles a las condiciones climáticas, de las que dependen su incidencia y propagación.

Algunas de las repercusiones sanitarias del cambio climático ya son manifiestas: aumento del número de muertos por olas de calor, variaciones de la incidencia de enfermedades transmitidas por vectores y alteraciones de la distribución de los desastres naturales.
Estas repercusiones afectarán de forma desproporcionada a las poblaciones vulnerables, tales como los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas. La vulnerabilidad también es mayor en:
zonas con enfermedades endémicas sensibles al clima, grave escasez de agua y escasa producción de alimentos;
pequeños estados insulares en desarrollo y regiones montañosas, y
megalópolis y zonas costeras de países en desarrollo.

Medidas que hay que tomar ya
Las repercusiones sanitarias del cambio climático serán difícilmente reversibles en años o decenios. No obstante, muchas de esas posibles repercusiones son evitables o controlables. Hay medidas definidas en el sector sanitario y sectores conexos para reducir la exposición al cambio climático y sus efectos. Por ejemplo, el control de los vectores de enfermedades, la reducción de la contaminación producida por los medios de transporte y el uso eficiente de la tierra y el agua son medidas bien conocidas de utilidad demostrada.
Además, muchas de las medidas necesarias para evitar el cambio climático tienen efectos positivos en la salud. Por ejemplo, en los países industrializados, el aumento de la utilización de la bicicleta y del transporte público, en vez de los automóviles privados, contribuirá a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Además mejorará la calidad del aire y la salud respiratoria, y reducirá el número de muertes prematuras. El aumento de la actividad física que se produce caminando o montando en bicicleta pueden reducir la obesidad y las enfermedades relacionadas con ella. Cuanto antes se tomen estas medidas, mayor será su impacto en la salud pública

1 comentario:

Anónimo dijo...

Habrá que ver las consecuencias del cambio de clima en la salud. No creo que tenga mucha importancia es mas importante otros problemas de los jóvenes como el alcol.