El Ideal Gallego:La ciudad de A Coruña se suma al “apagón” para alertar sobre el cambio climático

El Ayuntamiento, Inditex y El Corte Inglés apoyaron la protesta contra la falta de concienciación

La ciudad apagó la luz. Lo hizo durante una hora para despertar conciencias, empujados por la iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). De ocho y media a nueve y media de la noche, justo lo que se tarda en hacer la compra en el supermercado o en preparar un menú especial. A Coruña pulsó “clack” para no volver a hacer “click” pasados los sesenta minutos.

En este sentido, el Ayuntamiento se sumó a la llamada y, por una hora, la piedra de María Pita estuvo en la sombra, los vecinos rondaron a oscuras, perdidos pero alertados de las consecuencias del cambio climático. Tampoco lucieron los dibujos del Millenium, que se divisaba en la penumbra desde el paseo, ni la cúpula del monte de San Pedro, que dejó por momentos de ser referente allí en lo alto.

Por su parte, Inditex quiso aportar su grano de arena al mensaje medioambiental y bajó el telón a sus maniquíes, que olvidaron ser soportes de lo que se lleva en esta temporada para funcionar como pequeñas alarmas de lo que está pasando en el planeta.

Así es que los escaparates no fueron escaparates en el espacio de una hora, después del paseo de la tarde y antes del partido de fútbol, y todas las tiendas de Amancio Ortega se unieron al compromiso que no pasó de largo ante los propósitos de El Corte Inglés. El centro comercial cambiaba su verde corporativo por un negro sobrio, discreto, dispuesto a ser un punto menos entre los edificios iluminados de la urbe.

Treinta ciudades > En concreto, A Coruña fue una de las treinta ciudades españolas que participaron en quitarle la luz al derroche y a la falta de conciencia del primer mundo.

Otras como Barcelona, Granada, Córdoba, Bilbao, Zaragoza, Segovia y Sevilla hicieron lo mismo con sus construcciones emblemáticas.

Además, las capitales del país formaron parte de las 82 cruces totales tachadas en el mapa, lugares que pulsaron el interruptor por la defensa del medio, lo que se tradujo en 2.400 ciudades repartidas por el mundo diciendo que sí a la colaboración conjunta.

La organización calcula que pudieron ser más de 1.200 millones, las personas que cooperaron con la idea, en un gesto simbólico que el Fondo Mundial para la Naturaleza denominó “La Hora del Planeta”, y que fue apoyada por gobiernos locales, colectivos varios y empresas privadas de gran calado.

El FMN llamó así la atención sobre la situación actual de la Tierra, envenenada por sus propios individuos, que gastan la energía y los recursos naturales sin pensar en lo que repercutirá a las generaciones posteriores y al medio natural en donde viven.